PIENSAPIENS

Abrir Vigo al mar. Esa ilusión teníamos los vigueses hace apenas unos años. Nos lo vendieron, se sirvió la frase como slogan, creo que fue en tiempos de Corina Porro, la mujer del Pp que llegó a alcaldesa de Vigo porque los iluminados del Psoe y Bloque no supieron llevarse bien. Debo reconocer que en las últimas votaciones a la alcaldía tuve la tentación de votarla porque los rivales que se presentaron en los partidos más fuertes tampoco eran demasiado presentables. Hay que decir, que la alcaldesa de la decoración, ha conseguido un centro precioso, sin sitio para aparcar, pero precioso, incluso, en la calle Colón, cuando llueve, puedes practicar el rafting, ya que el agua baja sin ningún tipo de complejos. Llevaba tiempo pasando por el Berbés y preguntándome que carallo eran aquellas obras interminables que cerraban las vistas al mar. Seguramente, la prensa habría informado en ocasiones del objeto de aquellas obras, y yo, pobre de mí, sin leerla. La lonja nueva, y el puerto dedicado a las empresas, que, por lo menos parece un poco más ordenado, daban a la zona un aspecto bastante mejorado con respecto al de abandono que hasta el momento mostraba al mundo. Pensé que estas obras irían en el mismo sentido. Alguien, a quien Vigo emociona, quiso presentar lo más bello de su ciudad a los amigos de la ruta Quetzal que vinieron a visitarle desde México, Eslovenia, Alicante, León, Madrid, Barcelona, Badajoz y Cádiz. Todos venían con la idea de encontrarse un pueblo grande y se sorprendieron al ver una ciudad como la nuestra. Estupendo el Castro, las Islas Cíes, la Guía y casi todo el centro. Lo peor llegó cuando en el mirador de La Piedra sin fijarse, mi conciudadano, dijo.. desde aquí hay unas vistas preciosas de la ría... y se encontró con aquello... Un edificio de hierro sin disimular y cristal se alzaba frente a su mirador, de hecho, el mirador ya no existía, sólo aquella cosa marrón con el símbolo de Media Mark en la cima. Desilusionado corrigió..- bueno, aquí HABÍA unas vistas preciosas-

Hoy he ido a verlo, como la mitad de los vigueses, que tienen coche. El parking del centro comercial lleno y los de pago igual, pero , al final lo conseguí. El edificio es espantoso por fuera. Se ha destruído por completo la vista al mar, salvo que quieras salir a la azotea del mismo, donde, seguro, las vistas serán preciosas. Cualquier coincidencia con la belleza ha sido eliminada. Un edificio de formas rectas, color marrón que provoca además la eliminación de la rotonda que antes permitía llegar a vinos. Cuando entré, mi decepción fue mayor. Ya contaba con la aglomeración de vigueses, pues hay que reconocer que somos un mucho cotillas pero... Un lugar oscuro, negro, el suelo se muestra sucio, sin brillo. Es como si entraras en un parking de los años 70. La iluminación escasea en todas las zonas comunes, siendo correcta en los diferentes locales. Por cierto, salvo el Media Mark, el resto, prácticamente los podemos encontrar en la calle del Príncipe, lugar mucho más agradable y bonito y que, además no atenta contra el sentido común. Lo que yo me pregunto es, si el edificio de la Xunta, más alejado del mar que éste y por supuesto, mucho más bello, es ilegal... entonces ¿este?... Espero que lo trasladen a ... LA LUNA!!!!