miércoles, 18 de junio de 2008

Hasta la vista queridos compañeros... y otros especímenes

Más de 7 años en esta empresa, y, por fin, obtengo mi carta de libertad. Hace demasiado tiempo que no resulta interesante permanecer en ella, más bien supone perjuicio para la salud. Entiendo que los grandes directores son fichados por las grandes empresas, y por mi andadura dentro de ésta he llegado a la conclusión de que he trabajado en una empresa grande con responsables de muy poca valía, es más, estoy convencida de que mi teoría acerca de la proyección profesional tiene muchas probabilidades de ser cierta:

El nivel del puesto que ocupan los empleados es inversamente proporcional al grado de inteligencia y preparación que poseen

Imaginaros como debe ser el resto si el más cercano es un personaje que no sabe ni siquiera a qué se dedican sus subordinados, como a mi me ha hecho saber en alguna ocasión. No puedo entender como en pleno siglo XXI todavía haya responsables de equipos o de áreas que utilicen el grito, la humillación y el menosprecio hacia los demás y que, ni siquiera gocen de un mínimo de conocimientos que les acerquen ni de lejos a muchos de aquéllos a los que transmite absurdas órdenes y exigencias. Quizás su habilidad consista en desmotivar, hundir o hacer infeliz a la gente que trabaja con él y eso sea un valor para la empresa, triste labor y triste valor… allá cada uno con su conciencia.

Me voy, contenta, pletórica más bien, cerrando una etapa de mi vida en el momento en que he querido, coincidiendo con el inicio de mi cuarta década de vida. Creo que, por fin, he sentado la cabeza, y eso pasa por dejar de luchar por mi permanencia en una empresa que sufre desde hace más de dos años, una muerte lenta y dolorosa, un premeditado y cruel asesinato perpetrado por no sé quien ni a santo de qué, pero cierta. Me llevo, a pesar de todo, la saca llena, como si hiciera justicia robando al asesino. No sólo la he llenado del vil metal, que algo hay, no os voy a engañar, pero lo más importante es que en todos estos años he topado con algún que otro ser humano de valía y destaco especialmente a Doña PILAR RUIZ MORENO (con mayúsculas, no podría ser de otro modo), quien, me ha regalado la gran virtud de confiar en mí misma, quizás sea lo más valioso que lleve en mi saca, a JOSE ANTONIO PARDO, que me enseñó cómo lograr formar un buen equipo a pesar de nuestras diferencias, a ELIANA PARDO, por su apoyo en los momentos más bajos, a mi amigo AMADOR, sincero ante todo, a mi incondicional FRAN VALIÑO que puso la cara por mí, a JOSE MANUEL DEL PINO, MIGUEL y FELIPE por las risas que nos hemos echado, a ALFONSO REPRESA, quien me dijo la primera verdad hace más de siete años, a RUFINO y FAUSTINO por los pinchos de LANGOSTINOS, las tostas de La Trucha y las simpáticas peleas por la tarta de filloas (gracias por colaborar a mantener mis curvas), a KATY por enseñarme lo que NO quiero que sea nunca mi trabajo, a FRAN SIERRA por su eterna paciencia conmigo y su colaboración, a PEDRO TONDA, por su sentido del humor y compañerismo, a JOSE ALBERTO, por reírse de mí cuando le conté lo de mi piscina y por aguantarme alguna llantina, a JESUS BAÑOS Y ALBERTO DE LA UZ por su incuestionable profesionalidad, a FERNANDO GONZÁLEZ, persona grande, a todo el primer equipo FVD excepto a dos (al espía y a la jetas) por nuestra unión y confianza a pesar de nuestros jefes (que, creerme, en este sentido tuvimos la combinación perfecta personajes tocapelotas), a los INGENIEROS (JAVIER MOURELLE Y CÍA) y a MARIANO no sé por qué pero me caen muy bien, a JUAN CARLOS (no me importa si ha sido un topo o no), por estar siempre cargado de buenas ideas y, por supuesto, a ese comercial de cuyo nombre no logro acordame y que despertó en mí los más oscuros instintos (MMMmmmmMMM).

Estoy segura de que lo mejor está por venir y convencida de empezar una nueva y mejor vida. Espero tener mucha suerte, la misma que deseo para todos vosotros (incluyendo algún que otro trepa que, por supuesto no he nombrado ni olvidado nombrar y excluyendo, obviamente, a las malas personas, que de esas también ha habido).

Concluyo, agradeciendo a la empresa (en cualquiera de sus nombres anteriores y futuros) su generosa contribución facilitándome en gran medida las herramientas necesarias para establecer las bases de mi nueva y prometedora carrera empresarial. Gracias O-NO, por permitirme desarrollar al máximo mi capacidad intelectual (si las cosas funcionaran como debieran, no habría que devanarse los sesos), gracias O-NO por el apoyo económico, gracias O-NO por haberme presentado a una de mis grandes amigas LUCILA CANO SANTIAGO (LU para los amigos), gracias O-NO por obligarme a aprender tan bien las leyes laborales y, sobre todo, gracias O-NO porque ahora sé que tipo de actitudes no quiero en mi empresa. De verdad y de todo corazón GRACIAS O-NO, sin ti, todo esto no sería posible.

Un beso y, hasta siempre…

La FITIPALDI de PONFERRADA

4 comentarios:

A las 22 de junio de 2008, 19:51 , Anonymous Anónimo ha dicho...

Hola fitipaldi de Ponferrada. Que tu nueva andadura vaya de perlas.
Me ha gustado lo de fitipaldi y de Ponferada más, he estado en esa ciudad dos o tres veces. Saludos
anamorgana

 
A las 25 de junio de 2008, 11:48 , Anonymous Anónimo ha dicho...

fitipaldi de Ponferrada, ex-compañera del metal, te olvidas de dar "saludos" a tu ex de rrhh que tanto hizo por ti jeje

 
A las 28 de junio de 2008, 0:37 , Blogger Piensapiens ha dicho...

Ay estosj anónimos...¿mandar saludos a mi ex de RRHH? jua jua...no, si al final va a ser verdad eso de que todos los gatos son Pardos...

 
A las 29 de junio de 2008, 20:32 , Anonymous Anónimo ha dicho...

fitipaldi de ponferrada,compañera del metal, llamame alguna dia

 

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