lunes, 10 de marzo de 2008

Amarga victoria

Finalmente me he pronunciado y he regalado mi voto al partido ganador, sin tener plena confianza en el mismo. Uno de mis objetivos ha sido plenamente cumplido y es la eliminación del estúpido argumento que el Pp recitaba al perder las elecciones, ya no son el partido más votado y se demuestra que los Españoles tendemos ligeramente a la izquierda. No hubiera votado al partido ganador si mi voto valiera lo mismo que el voto de un catalán o de un madrileño. Mi comunidad autónoma opta a elegir menos diputados que estas comunidades y la diversidad política es muy complicada, un voto a IU o al UPD era un voto tirado a la basura, siendo estos mis partidos preferidos, no para gobernar, pero sí para ser tenidos en cuenta a la hora de elaborar leyes o acuerdos. Mi opción para conseguir la diversidad de partidos en el congreso podría haberla ejercido votando al Bloque, pero, no creo demasiado en los nacionalismos, y menos, en un partido que no ha sido capaz de reprobar a nuestra querida Magdalena. La victoria se ha vuelto amarga porque al final, lo de siempre, los catalanes ampliamente representados (enhorabuena, por conseguirlo) y al resto, pues eso, na de na.